domingo, 17 de marzo de 2013

HARRY POTTER Y LAS RELIQUIAS DE LA MUERTE

Potter crece. Ya no es el niño de once años que conocimos con los Dursley en "La Piedra Filosofal", solo,poco querido, al que no valoraban y viviendo en un ambiente hostil a su naturaleza y personalidad. 

Harry, ahora, es un joven acompañado, vencedor de muchas batallas cruentas, amado por sus amigos con un amor incondicional y de entrega; sigue viviendo en un ambiente aparentemente hostil, pero a diferencia de cuando nos encontramos con él la primera vez, aquí su naturaleza y personalidad encajan. 


Harry Potter se acerca inexorablemente, en esta última entrega de sus aventuras, a los diecisiete y a lo que conlleva: perder el encantamiento protector de la infancia; y la consecuencia es ineludible: el definitivo y aterrador encuentro con Lord Voldemort, el Señor Oscuro, al que los demás temen nombrar. Inevitablemente estas dos realidades antagónicas de coexistencia imposible han de enfrentarse y destruirse arrastrando a sus seguidores y sus realidades. Por un lado el bien, la luz, la libertad y por otro, el mal, la tiniebla, la esclavitud.