Una
de las editoriales por las que siento predilección es SM, concretamente por la
colección El Barco de Vapor. Tiene títulos interesantes, cuidan la edición y no
es cara; buena, bonita y barata.
La
semana pasada decidí comprar un libro de la serie roja. Ya sabéis que
dependiendo de la edad del niño, la colección de Barco de Vapor, divide los
libros por colores. La roja es la serie para niños de más de diez años. Recordé
que me habían recomendado, tiempo atrás, uno titulado “Calvina” de Carlo Frabetti.
Así que sin más contemplaciones lo compré.
Nada
más llegar a casa me puse cómodo y empecé. Cualquier sinopsis sobre el libro os
dirá que en el mundo de Calvina los muertos viven; los locos se curan
metiéndose en la piel de los personajes de los libros que leen; los ladrones son
buenos y lo masculino y lo femenino se confunde. Bien. Todo eso está en el
libro, pero después de un comienzo fulgurante, las llamas de la hoguera se
transforman en ascuas y de éstas, al final, sólo quedan cenizas.
Unos cuantos miles de euros.
Importe del premio Barco de Vapor que recibió Frabetti por un puñado de cenizas
en 2007.
Volvamos
al libro. No, no volvemos. Seamos sinceros, a un libro que lo considera una
editorial como el mejor de ese año, se le exige bastante más que la ordenación
adecuada de las palabras. Diréis que soy bobo por no saber que el premio no
siempre se da al mejor sino al más vendible. No descarto ser bobo.
Recomendación literaria de hoy: Ver
Bob Esponja.
Idea que podemos sacar: Prueba
fehaciente de que soy bobo. Segunda idea: los libros premiados no siempre son
un valor seguro. Hay que currárselo un poco más a la hora de comprar un libro
para vuestros hijos.
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