HERACLES (MUSEO DEL PRADO) |
Después
de enfrentarse al león de Nemea y a la terrible Hidra, Euristeo
encomendó a Hércules un trabajo que iba a requerir de él otras
virtudes distintas al valor y a la fuerza que hasta ahora había
demostrado.
Tenía
que capturar con vida a la cierva de Cerinia y llevarla viva hasta
Micenas. No era ésta una cierva cualquiera, ya que era tan enorme
como veloz y en su tiempo había logrado escapar de la propia
Artemis, que sorprendiéndolas a ella y a sus cuatro hermanas,
paciendo en un claro de bosque, las unció a toda a su carro, salvo a
ella, que huyó libre e indómita.
Hércules
sabía por tanto que era ardua la tarea de atrapar a aquel espléndido
animal, que había logrado fajarse de la mismísima diosa de los
bosques. Sería fácil reconocer a la cierva, no sólo por su gran
tamaño, sino porque sus incansables pezuñas eran de bronce y lucía
una cornamenta de oro, como si fuera en realidad un ciervo coronado
que reinara entre todos los de su especie.
A
pesar de ser conocido por su fortaleza, Hércules albergaba en su
interior un gran corazón y una enorme sabiduría. Cuando se encontró
con la cierva por primera vez, después de largas semanas de viaje,
supo apreciar en ella la auténtica belleza, aquella que sólo los
dioses o criaturas excepcionales, como aquella, lograban poseer.
Entendió que no iba a ser una caza cualquiera, motivada por el
hambre o el simple placer de abatir a la víctima, sino que se
enfrentaba a la persecución de una criatura que había nacido para
ser libre y admirada por sus cualidades.
Nuestro
héroe no quería causarle ningún daño, así que se acercó con
cautela, tratando de sorprenderla. Pero la cierva, siempre alerta,
giró la cabeza y ambos se miraron a los ojos, reconociéndose como
presa y captor. Antes de que pudiera siquiera rozarla con sus dedos,
la cierva huyó como el rayo, arrancando chispas de las piedras del
camino con sus pezuñas de bronce. No era sino el inicio de la que
iba a ser una larga persecución. Hércules corrió en pos de la
cierva incansablemente durante todo un año, atravesando ríos y
praderas, escalando áridas montañas y descendiendo por peligrosas
laderas. Como dos sombras fugaces, el cazador y su presa, atravesaron
todas las tierras conocidas y llegaron a los confines de la tierra,
donde reinos ignotos escapaban casi del alcance de los mapas. Ya que
no podía correr tanto como ella, la única solución era no dejarla
descansar, para poner a prueba su resistencia.
Finalmente,
al límite de sus fuerzas, el perseguidor y su presa llegaron a la
lejana Istria y al país de los Hiperbóreos, de los que se decía
que eran inmortales. Quiso la cierva refugiarse en el monte Artemisia
y poder así aplacar su sed en el río Ladón, que descendía por
sus faldas y obtuvo Hércules, con aquel descanso del animal, una
segunda oportunidad para atraparla. Consciente de que si se acercaba
para asirla de nuevo con sus fuertes manos la cierva advertiría su
presencia y reanudaría su fuga, armó su arco y arrojó una flecha
certera, que atravesó el hueco existente entre el hueso y el tendón,
sin derramar una sola gota de sangre y trabando de esta forma las
formidables patas delanteras.
Al
borde de las lágrimas, exhausto tras largos meses de caza, alejado
de los suyos, dio por acabado aquel largo exilio, acercándose hasta
el sorprendido animal y emprendiendo el regreso a Micenas con el vivo
trofeo sobre sus cansados hombros, lleno de rabia por verse obligado
a privar a aquella bella criatura de una merecida libertad.
Escrito
por mi amigo “Aún sin apodo”
Por
favor, valora esta entrada, nos ayudará a mejorar. Gracias
Tu "amigo sin apodo", trato de justificar o sensibilizar lo que hercules hace para justificar o perdonarse el haber matado a su mujer y su hijos, osea....ya hay antecedentes de maltrato familiar en los hijos de los dioses??? como será el padre entonces!!! se ve que por hacer mas atrocidades lo endiosaron, je je, Que dioses nos tocaron ???!!!
ResponderEliminarNuestro amigo Hércules lo que se dice un ejemplo de virtudes, tal y como lo entendemos ahora, no era; pero tiene su punto interesante. De todas maneras, los dioses nunca han tratado de agradar a los hombres, más bien al contrario. Me ha gustado tu comentario. Un saludo
EliminarSe nota como en la Antigua Grecia representaban las dificultades diarias en exquisitos mitos, muy bueno tu blog y como las dificultades nos pueden servir para alcanzar la gloria y el éxito, saludos
ResponderEliminarEres muy amable. Gracia, eres muy amable. Las dificultas en sí no tienen un componente positivo ni negativo, el cómo afrontarlas es lo que las transforma en oportunidad. Sin duda los mitos nos aleccionan. Un saludo
ResponderEliminarYo le he puesto un muy bueno, ya que este blog me ha ayudado mucho a realizar un trabajo dándome mucha información sobre Hércules y sus 12 trabajos. Me ha encantado visitar éste blog y haber leído toda la información que ustedes me han dado.
ResponderEliminarSaludos
gracias, eres muy amable
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