lunes, 10 de junio de 2013

HÉRCULES Y LOS ESTABLOS DE AUGÍAS. QUINTO TRABAJO

El quinto trabajo de Hércules iba a poner a prueba los límites de su dignidad. Euristeo, consciente de que el héroe, debido a su fuerza y sabiduría, iba resolviendo cuantos retos le iba encomendando, quiso humillarle con una tarea indigna y repugnante.

Augías, que había sido uno de los argonautas que había viajado con el gran Jasón, tenía el beneplácito de los dioses y su ganado no sufría nunca enfermedades. Sus innumerables cabezas, entre las que descollaban trescientos toros negros de patas blancas y doscientos sementales rojos, pacían a sus anchas por los alrededores del establo del rey de la Élide. Todo el ganado estaba además protegido por doce descomunales toros plateados, que lo defendían de fieras y ladrones.


Pero no era arrebatar a Augías alguno de estos excepcionales animales lo que le ordenó el caprichoso Euristeo a Hércules, sino limpiar los establos en un solo día. Esta tarea, que de por si no era digna de un hijo directo de Zeus, se le presentaba tan repugnante como irrealizable, pues el estiércol de los establos llevaba años sin recogerse y las heces se esparcían por los campos colindantes, propagando un nauseabundo hedor que protegía el lugar con tanta o mayor eficacia que cualquier toro bravo.

Augías, al saber que el mismísimo Hércules se disponía a realizar aquella limpieza imposible, hizo llevar al héroe ante su presencia y quiso motivarle con una recompensa adicional. Juró por los dioses, con su hijo Fileo como testigo, que si Hércules era capaz hacer desaparecer en un solo día toda aquella inmundicia, le haría entrega de la décima parte de su ganado.

Hércules aceptó el reto y, tragándose su orgullo, se dirigió sin remilgos a realizar un trabajo tan impropio de él, como si se tratara del más servil de los esclavos. No le fue muy difícil encontrar la ubicación de los establos, porque la pestilencia que los envolvía era como una mancha de suciedad que señalara su ubicación en un mapa. Al estar envuelto en la piel del león de Nemea, Faetonte, el líder de los doce toros que custodiaban los establos, arremetió contra él, confundiéndole con una fiera. Hércules, agradeciendo tener una oportunidad de demostrar su fuerza y valía, asió al toro por los cuernos y le obligó con sus propios brazos a inclinar la testuz. Pero por mucho que pudiera doblar en potencia a aquellos magníficos animales, la suciedad seguía acumulándose en el lugar, recordándole con su hedor que aún no había dado ni un paso adelante en el que era su auténtico cometido.

Fue gracias al consejo de Menedemo, que conocía la región, y con la ayuda de su sobrino Yolao, fiel escudero y de siempre vivo ingenio, que Hércules pudo alcanzar el éxito sin necesidad de recoger una sola pala de excrementos, o manchar sus fuertes manos, acostumbradas a tensar el arco y arrojar con fuerza la lanza. Abrieron sendas brechas en las paredes del establo y el héroe desvió el curso de dos ríos que rodeaban el lugar, haciendo que el agua torrencial arrastrara el estiércol muy lejos de allí.


No fue, desde luego, este el encargo que proporcionó más satisfacción a Hércules, porque Augías no quiso entregarle el diezmo pactado, aduciendo que Hércules había realizado la tarea por orden de Euristeo y no de él y que la limpieza la habían hecho en realidad los dos ríos. Por su parte, Euristeo no quiso que el trabajo contara como uno de los doce a realizar, porque Hércules había llegado a un acuerdo con Augías sin su consentimiento. Largas llegaron a ser las deliberaciones de sabios y jueces sobre quién tenía razón y a quién correspondía reconocer la labor realizada. No extrañe al lector que en tiempos tan antiguos encontremos temas tan vigentes, pues los mitos son reflejo de la naturaleza humana. Tras realizar aquel esfuerzo ingrato, Hércules quedó sin recompensa y los dos grandes reyes negaron, como si de empresarios de baja estofa se tratara, que lo hubieran contratado en aquel trabajo basura.   

Escrito por ROBERODORO

14 comentarios:

  1. Buenas, soy bloguera literaria y estoy en busca de blogs con pocos seguidores para podernos apoyar mutuamente y hacernos un poco mas visibles. He estado leyendo tu blog y escribes realmente bien, ojala yo pudiera escribir asi jeje. Bueno yo ya te sigo y espero conocerte mejor. Paate por mi blog y me comentas que te parece. Espero que te quedes y nos leamos.http://entrepalabrasfelices.blogspot.com.es/

    Un beso muy grande

    ResponderEliminar
  2. Por supuesto será un placer seguirte. En cuanto a lo de escribir, tengo que admitir que mi único mérito es contar con un par de buenos escritores. Yo sólo añoro juntar un par de palabras de forma coherente. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. nesecito saber la representacion de los establos de augias no su historia AUXILIOOOOOO..........

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola. Dame más pistas de lo que necesitas e intento ayudarte. ¿Qué es la representación de los establos? ¿Qué necesitas exactamente?

      Eliminar
  4. Buen trabajo. Muchas gracias. Un detalle sobre el comentario del autor: se diría anhelo, no añoro.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias, ¿dónde se encuentra esa palabra? Así podremos corregirla. de nuevo, gracias

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias por tan buena explicación.

    ResponderEliminar
  7. Hola, me gusto mucho la explicacion. Necesitaría saber cuales fueron las virtudes,cuales las cualidades, cuales los defectos, y por así decirlo, las macanas que cometió Hércules al realizar este trabajo.
    Desde ya, muchas gracias.

    ResponderEliminar
  8. Me gustaría saber ¿de que vale hercules para limpiar los establos?

    ResponderEliminar
  9. Hola Lorena. Me preguntas ¿cuál fue el medio que usó Hércules para limpiar los establos? desviando el cauce de los ríos Alfeo y Peneo. un saludo

    ResponderEliminar
  10. Es el sexto y no quinto trabajo

    ResponderEliminar
  11. Es el trabajo que corresponde al signo de Acuario.

    ResponderEliminar