lunes, 18 de febrero de 2013

LOS TRABAJOS DE HERCULES. EL LEON DE NEMEA


EL LEÓN DE NEMEA. MUSEO DEL PRADO. MADRID
(pincha aquí e irás a la galería del Museo)
Cuando Hércules era ya un héroe temido en toda Grecia por su fiereza, Hera le hizo caer en la  locura, enfadada por los excesos del guerrero, que no mostraba piedad alguna con sus víctimas. Fue tal la ceguera que nubló el juicio de Hércules, que arremetió contra sus propios hijos, confundiéndolos con enemigos y quitándoles la vida. Tras arrojar sus despojos al fuego, la diosa devolvió la cordura al guerrero que, horrorizado, se dio cuenta de la atrocidad que había cometido.

Sin saber qué hacer, Hércules acudió al Oráculo de Delfos en busca de consejo. Las palabras de Zeus en boca de la Pitonisa fueron claras: debía ponerse al servicio del cruel rey Euristeo durante doce años y cumplir las tareas que éste le encomendara.  

El rey, complacido por tener a sus órdenes a un guerrero de aquel calibre, que por estirpe y cualidades era en realidad superior a él, le mandó durante años realizar las misiones más difíciles, aquellas que cualquier humano, e incluso los más esforzados héroes de toda la Hélade hubieran considerado imposibles de cumplir y que Hércules acometió tan sólo acompañado por su fiel escudero, su sobrino Yolao.

El primero de los trabajos que Euristeo ordenó a Hércules fue matar al león de Nemea y conseguir así su piel. Este león estaba emparentado con Selene y no era su origen natural, sino divino. Su piel era una terrible coraza, invulnerable al filo de la espada o a la punta de las lanzas y las flechas y tan resistente que repelía el contacto de las armas de los insensatos que intentaban abatirlo.

Cuando Hércules llegó a la región de Nemea, comprobó que estaba casi despoblada. Aquellas tierras estaban sembradas por el miedo y los huesos repelados por aquella temible criatura. El héroe confiaba que las armas que le habían proporcionado los dioses le ayudarían a acabar con el león. Cuando lo divisó a lo lejos, imponente y manchado de sangre de una víctima reciente, las flechas que le arrojó rebotaron  como si fueran briznas de hierba reseca arrastradas por el viento. Sorprendido por la extraordinaria dureza de aquel animal, que ni siquiera se había apercibido de que estaba siendo atacado, le acometió con la espada y con la lanza, que se doblaron como si estuvieran hechas de arcilla mojada.

Hércules, sabedor de que nada podía lograr con el uso de las armas, rodeó al león con sus fuertes brazos y ambos rodaron por el suelo, rugiendo como dos fieras que lucharan por reinar en el territorio. El león arrancó un dedo a Hércules de un mordisco, pero éste no cejó en su empeño, ahogando con la tenaza de sus brazos el cuello de la fiera, que murió estrangulada.

Euristeo estaba convencido de que Hércules iba a fracasar en su primera misión, así que cuando vio la imponente figura del hijo de Zeus cargando sobre sus hombros el cadáver del monstruoso león, no salió de su asombro, ordenándole que a partir de ahora exhibiera el fruto de sus trabajos fuera de las puertas de Micenas. Lejos de felicitar al esforzado cazador, le reprochó que el trabajo aún no estaba realizado, puesto que no había logrado arrebatarle la piel al animal.

Hércules torció el gesto, sabedor de que era imposible desollar al león con la ayuda de ningún metal, pero los dioses le inspiraron la única solución posible. Para sorpresa del rey, Hércules dejó caer el cuerpo del león al suelo y cogiendo una de sus patas, usó como cuchillo las garras de aquella bestia, obteniendo así  la piel, que usaría desde ese momento a modo de inexpugnable armadura y con la cabeza del león obtuvo un yelmo que iba a sembrar el terror entre sus enemigos.

Aún quedaban once tareas por cumplir, pero la piel del león era la primera prueba de que aquel héroe extraordinario podía enfrentarse a cualquier reto. 

Relato de mi amigo "Aún sin apodo". ¡Cada día escribe mejor¡ ¿No os parece?

No me resisto a animaros a que visitéis el Museo del Prado (Madrid) y que disfrutéis de esta joya de la pintura: "Lucha de Hércules con el león de Nemea". Formó parte de la serie de lienzos  sobre los trabajos de Hércules  que realizó Francisco de Zurbarán para la decoración  del Salón de Reinos  del Palacio del Buen Retiro.

Os dejo el enlace para que os informéis de las tarifas, hay horas y días gratuitos




¡A leer y a visitar el Museo del Prado ¡

MUSEO DEL PRADO (MADRID)